La oleada de manifestaciones en Egipto que finalmente llevaron al presidente Mubarak a renunciar luego de 30 años en el poder, sin duda alguna afectó y seguirá afectando a los mercados mundiales en el futuro cercano. A nivel mundial existe cierta preocupación por la incertidumbre, especialmente porque algunos expertos aseguran que lo peor está por venir. Si bien Egipto no es un gran productor de petróleo, ni representa un gran porcentaje en la economía mundial, es pieza clave por su posición geográfica. Su infraestructura es importante para el transporte de mercancías pues permite acortar la ruta de comercio entre Europa y el sur de Asia.

En el campo económico, la crisis en Egipto afectó negativamente los precios de las acciones en las bolsas más importantes del mundo, generó un aumento en los precios del petróleo, desconfianza inversionista y pérdidas en el comercio egipcio. En el campo político, existe una inseguridad acerca del futuro de la relación entre Egipto y Estados Unidos, y acerca el estado de la política de los países cercanos a Egipto, dado el efecto dominó que se inició. Estados Unidos y Egipto mantienen excelentes relaciones diplomáticas obviamente por intereses en común. Luego de la renuncia del presidente Mubarak, el poder pasó a las Fuerzas Armadas Egipcias. Es aquí donde surgen algunas pregunta: ¿Luego de éste período de transición, como se manejarán las relaciones entre Estados Unidos y Egipto? ¿Afectará este cambio de gobierno los intereses económicos de Estados Unidos?

Las protestas en favor de la democracia ya se han extendido a otros países cercanos a Egipto, por ejemplo Libia, Yemen y Bahréin. La fiebre por la democracia podría llegar hasta Arabia Saudita, una monarquía absolutista cuya economía se basa en el petróleo. De presentarse una crisis en Arabia Saudita, se afectarían igualmente los precios del petróleo y la economía mundial. De insistir la rebelión en Bahréin, Arabia Saudita intervendría, pero ¿Podría esta intervención causar malestar interno, o incluso una guerra entre las dos naciones? Por otro lado, en China se presentaron también manifestaciones inspiradas en la Revolución del Jazmín pero fueron bloqueadas casi inmediatamente por la policía. ¿Es una muestra de que el pueblo chino está cansado del régimen? ¿Continuarán con las manifestaciones hasta conseguir un cambio? De ser así, ¿Afectará a los mercados internacionales? Sin duda alguna, lo que no se conoce con certeza sería la magnitud pues China es una de las potencias mundiales.
La realidad y los posibles escenarios planteados anteriormente, se relacionan con lo que expone el autor Philip Kotler en su libro “Caótica”. Las crisis en Egipto, Bahréin, Libia y Yemen representan claramente la nueva normalidad: La turbulencia. Un día la situación en Egipto era clara y estable, al día siguiente era caos y protestas, días después total incertidumbre. Son además ejemplos de la fragilidad interconectada que se menciona en el libro pues la lucha por la democracia en Egipto, inspiró a otras naciones y afectó, como se mencionó al principio a los mercados internacionales.
No comments:
Post a Comment