"En tiempos de crisis, acercarse al otro marca la diferencia"
Los consorcios de exportación son mucho más que una alianza o una interconexión entre empresas del mismo o diferente sector de la economía que pretenden ejecutar un proyecto en conjunto de alcance internacional. La colaboración entre compañías es un factor trascendental para la competitividad y para el proceso de internacionalización empresarial, capaz de generar desarrollo económico al interior de un país en medio de un mundo caótico.
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Minimizar riesgos, ganar reconocimiento internacional, diversificar mercados, incrementar ventas y obtener recursos para superar a la competencia, son sólo algunas de las razones más importantes para emprender un proyecto de internacionalización. Igualmente, se plantean una serie de dificultades al momento de realizar una expansión hacia otros países, sobre todo si éste proyecto se realiza individualmente: Poca experiencia internacional, costos de transportes, desconocimiento de oportunidades y necesidades en el extranjero, barreras culturales, arancelarias, entre otras dificultades.
La constitución de un consorcio de exportación es buena para los negocios, es decir, a nivel microeconómico, y en general para toda la economía, pues brinda un ambiente de negocios mucho más estable y permite compartir riesgos, experiencias y opiniones entre las compañías participantes. Estos agrupamientos competitivos sin duda alguna configuran el proceso de internacionalización y llegan incluso a facilitarlo, incrementando a su vez, las probabilidades de éxito.
La apuesta de la economía colombiana por nuevos mercados internacionales representa numerosas oportunidades y desafíos. Estos desafíos o amenazas deben convertirse en una oportunidad o jugar a favor del empresario colombiano, para lo cual es necesario ser competitivos, y esto sólo se logra mediante proyectos asociativos. Si bien el gobierno colombiano considera la asociatividad empresarial como motor de desarrollo y apoya la conformación de redes, no existen muchas de éstas figuras en nuestro país. Muchos empresarios tienen una visión individualista y a corto plazo. Por esta razón, considero que el gobierno debe, antes de promover las redes empresariales, crear la consciencia entre los empresarios nacionales; demostrarles que los consorcios de exportación son una necesidad en éste mundo caótico e invitarlos a tener una visión colectiva, pues en un mundo tan inestable como el actual, acercarse a otros, incluso al enemigo, marca la diferencia.